Tenía demasiado poco que perder y mucho que ganar. Más de uno me tachó de estúpida, y para ser francos no les faltaba razón, pero tenía el presentimiento de que no me arrepentiría, y así fue. Dolía, dolía más de lo que pensé que me dolería en la vida, pero seguí hacia delante, perseguí mi sueño, le perseguí a él. Con el paso del tiempo se cumplieron mis sueños, no era feliz, era la persona más feliz del Mundo, él era mi mundo y me encantaba recorrerlo milímetro a milímetro. Su olor, su olor era cautivador.
Pero pasó el tiempo y donde antes había fuego sólo quedaron cenizas, llenas de rencores y frustraciones. Se hizo la distancia, el adiós y no el hasta pronto.
Soñaba con el retorno, con que el tiempo corrigiese todos los errores pero sólo se hizo la distancia. La vida siguió y aprendí a olvidar sus besos, su cuerpo.
Fue un largo camino lleno de desengaños, frustraciones y lecciones pero he llegado hasta aquí, el día en el que ya nada duele, y sólo queda el cariño. El día en el que cuento al mundo mis sueños frustrados, el día en el que reconozco que te necesité en demasiadas ocasiones.
Y ahora, ahora no somos más que desconocidos, fingimos no vernos, nos escondemos, nos excusamos.
Y por eso ya no creo en las promesas, ni tú cumpliste la tuya, ni yo cumplí la mía.
Pero pasó el tiempo y donde antes había fuego sólo quedaron cenizas, llenas de rencores y frustraciones. Se hizo la distancia, el adiós y no el hasta pronto.
Soñaba con el retorno, con que el tiempo corrigiese todos los errores pero sólo se hizo la distancia. La vida siguió y aprendí a olvidar sus besos, su cuerpo.
Fue un largo camino lleno de desengaños, frustraciones y lecciones pero he llegado hasta aquí, el día en el que ya nada duele, y sólo queda el cariño. El día en el que cuento al mundo mis sueños frustrados, el día en el que reconozco que te necesité en demasiadas ocasiones.
Y ahora, ahora no somos más que desconocidos, fingimos no vernos, nos escondemos, nos excusamos.
Y por eso ya no creo en las promesas, ni tú cumpliste la tuya, ni yo cumplí la mía.
Entre tú y yo, excusas baratas.