4.5.12

A veces no sé quién soy, ni a qué he venido.

Tanto amor y tanto odio. Uno ya no sabe a qué se refiere cuando habla de “humanidad”, ha pasado el tiempo y como la mayoría de las cosas ya no es más que un concepto distorsionado, hablamos de moral, de valores escritos en ninguna parte y que poco a poco se los ha llevado el viento, y el tiempo pasa, sin tener la certeza de que algún día volverán.
Condenamos la humildad y la sinceridad, se premia el egoísmo, la ambición, y entonces es cuando uno se da cuenta de que todo son meras apariencias, no más que un reflejo distorsionado del mundo, y no haces más que preguntarte ¿quién soy? ¿A qué he venido?, no cambiaremos la historia, pronto seremos olvidados
. Y sin embargo aquí seguimos, expectantes.

17.3.12

La realidad es un juego de percepciones.

En el fondo no somos más que desconocidos, la cara oculta que nunca mostramos, las frustraciones que jamás reconoceremos.
Nos plantamos ante el espejo para no ver absolutamente nada. De apariencias es de lo que nos alimentamos, vivimos a base de ellas, de mostrar la cara buena de la moneda,  de fingir realidades, de engañarnos a nosotros mismos.


A veces lo importante no es lo que decimos, es lo que nos callamos, lo que ocultamos al mundo.

28.2.12

Tenía demasiado poco que perder y mucho que ganar. Más de uno me tachó de estúpida,  y para ser francos no les faltaba razón, pero tenía el presentimiento de que no me arrepentiría, y así fue. Dolía, dolía más de lo que pensé  que me dolería en la vida, pero seguí hacia delante, perseguí mi sueño, le perseguí a él. Con el paso del tiempo se cumplieron mis sueños, no era feliz, era la persona más feliz del Mundo, él era mi mundo y me encantaba recorrerlo milímetro a milímetro. Su olor, su olor era cautivador.
Pero pasó el tiempo y donde antes había fuego sólo quedaron cenizas, llenas de rencores y frustraciones. Se hizo la distancia, el adiós y no el hasta pronto.
Soñaba con el retorno, con que el tiempo corrigiese todos los errores pero sólo se hizo la distancia. La vida siguió y aprendí a olvidar sus besos, su cuerpo.
Fue un largo camino lleno de desengaños, frustraciones y lecciones pero he llegado hasta aquí, el día en el que ya nada duele, y sólo queda el cariño. El día en el que cuento al mundo mis sueños frustrados, el día en el que reconozco que te necesité en demasiadas ocasiones.
Y ahora, ahora no somos más que desconocidos, fingimos no vernos, nos escondemos, nos excusamos.
Y por eso ya no creo en las promesas, ni tú cumpliste la tuya, ni yo cumplí la mía.

Entre tú y yo, excusas baratas.

15.2.12

A veces pienso que todo es una locura, nada es real, vivimos de apariencias, de sueños, ilusiones. Nos levantamos cada mañana con la esperanza de encontrarnos algo diferente, distinto, especial. Pero nada cambia, todo se mueve a nuestro alrededor, cambia, pero sigue igual. En este mismo instante multitud de personas ríen, multitud de personas lloran, mientras unos se mueren de hambre otros tiran comida. Caminamos por el mundo como si nos perteneciese, como si fuésemos alguien, como si pudiésemos cambiarlo, pero no, pura óptica, pura ilusión. Que entre el blanco y el negro hay una fina línea gris, perspectiva, perspectiva porque el mundo está loco, todos estamos locos. Hemos perdido el norte y vamos sin rumbo, a ninguna parte, a ningún lugar. Desequilibrados, desequilibrados porque ya no hay límites, porque no estamos en ningún lugar, todo es un sueño, un sueño hecho de éter