Tanto
amor y tanto odio. Uno ya no sabe a qué se refiere cuando habla de “humanidad”,
ha pasado el tiempo y como la mayoría de las cosas ya no es más que un concepto
distorsionado, hablamos de moral, de valores escritos en ninguna parte y que
poco a poco se los ha llevado el viento, y el tiempo pasa, sin tener la certeza
de que algún día volverán. Condenamos la humildad y la sinceridad, se premia el egoísmo, la ambición, y entonces es cuando uno se da cuenta de que todo son meras apariencias, no más que un reflejo distorsionado del mundo, y no haces más que preguntarte ¿quién soy? ¿A qué he venido?, no cambiaremos la historia, pronto seremos olvidados. Y sin embargo aquí seguimos, expectantes.
