auto-destrucción.
Junto a él yo era como el fuego, no había fuerza existente que pudiese hacerme daño. Sentía que podía ser invencible, todo el amor que había entre nosotros era demasiado, era una fuerza, una energía que brotaba de entre nosotros como en un volcán. Puede que por esa misma razón llegamos hacia la auto-destrucción. Todo en la vida tiene un límite, incluso el fuego.
Nunca pensé que fuera posible querer demasiado a alguien, pero veo que me equivocaba.
A veces la obsesión se disfraza de amor, y no nos deja ver lo que realmente, nos pasa.
ResponderEliminarPásate por mi blog, espero que te guste, es de reflexiones y experiencias que te hacen canviar la forma de ver las cosas, la dirección es www.zumodekiwiconfresa.blogspot.com si te apetece échale un ojo :)
A veces la obsesión se disfraza de amor, y no nos deja ver lo que realmente, nos pasa.
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Y comentame! :)
La razón de que la efimeridad del amor y de la vida es simplemente para que disfrutes cada momento a sabiendas de que hay un límite o final, aunque nunca jamás hay suficiente de lo que amas.
ResponderEliminarComo los demás, tengo post de este tipo de cosas, si quieres pasarte y mirar : http://lychzyourpyre.blogspot.com/
Atte, Lychz A. F.